El pasado 20, 21 y 22 de septiembre, en Segorbe (Castellón) el grupo de
Yayoflautas de Castellón, organizó este año la convivencia que periódicamente
realizan los yayoflautas de todo el estado a nivel nacional. Procedentes de
distintos lugares de España... Andalucía, Madrid, Murcia, Cataluña, Castellón,
etc. llegaron a Segorbe el pasado día 20 cargados de ilusión y ganas de seguir
reivindicando justicia social, como lo vienen haciendo desde aquel 15 de mayo,
el 15M, de 2011. Fueron más de 50 personas, probablemente pensionistas todas
ellas, las que se albergaron en la residencia del Arzobispado de Segorbe,
población esta, que se puede considerar como la capital de la comarca del Alto
Palancia. Se trataba de personas en su mayoría mayores de 80 años, que
realizaron un viaje, costeándose sus gastos, no por placer, sino pensando en el
futuro, como viene siendo su lema de lucha, y en la organización de futuras
reivindicaciones, un futuro que aritméticamente, atendiendo a la esperanza de
vida, el proyecto y las expectativas de su consecución, debería de ser
inversamente proporcional a la edad de cada persona, cuanto mayor la persona, el
proyecto debería ser a más corto plazo. Sin embargo, ellos piensan en las
generaciones más jóvenes y en su futuro.
Pero su actividad no fue solamente de
contenido organizativo, con mesas de trabajo el sábado por la mañana, sino que
también giró en torno a dos eventos. Por un lado, el sábado 21 por la tarde
visitaron el puerto de Borriana, en la comarca de la Plana, para mostrar su apoyo a los trabajadores y
activistas de la base allí ubicada, que se encargan del rescate de embarcaciones
de inmigrantes en el Mediterráneo. Mientras que el domingo día 22, por la
mañana, se desplazaron a la localidad de Viver, también, como Segorbe, en la
comarca del Alto Palancia, para plantar una carrasca y colocar una placa
conmemorativa de su visita a este importante enclave de la resistencia
republicana valenciana durante la guerra de España 1936-39, visibilizado en la
Línea defensiva X Y Z, donde en julio de 1938 se detuvo la ofensiva franquista
hacia Valencia. El acto tuvo como objetivo mostrar su apoyo a la labor de las
asociaciones creadas para recuperar, dar a conocer y conservar la memoria
histórica.
Durante la visita a Viver, se visitó un pequeño tramo de la trinchera
defendida por las tropas republicanas en el monte San Roque. Personas
entrañables todas las presentes, como queda dicho, de más de 80 años muchas de
ellas, valiéndose ya de muletas o incluso de un tacatá, por sus condiciones
físicas, hicieron el trayecto con la ilusión que reflejaban sus caras y la
sorpresa y la emoción por vivir algo todavía novedoso para muchos de ellos. Esta
ilusión reflejada en sus rostros y el agradecimiento por las actividades
llevadas a cabo, o la emoción y los comentarios, tras ver el audiovisual en el
CIBAL (el centro de interpretación de la batalla de Levante) sin embargo, desde
el punto de vista personal de quien esto escribe, partícipe directo en la
jornada, satisfactoria en lo personal, al igual que por la respuesta del
consistorio, ¡Chapeau! sin paliativos para Vicente (Ferrer) como viene siendo
habitual, y también para Eva y su labor en el CIBAL, no evita el sin sabor que
significó la falta de respuesta asociativa. Cuatro asociaciones de memoria que
quedan reflejadas como colaboradoras en el cartel de las jornadas, y una sola
persona presente en el acto, el que esto suscribe, teniendo que leer las
intervenciones escritas de 3 de dichas asociaciones. ¡Y gracias! Mi único logro
después de un desplazamiento asambleario a la capital de la Plana, mucho
insistir y hasta rogar vía WhatsApp, por lo que respecta a las dos de las que
formo parte, para que, al menos, ya que excusaban su presencia, fue que me
redactasen unos escritos de saludo que yo leería a los yayoflautas. Una
asociación es un grupo abierto, en el que para ser miembro, se pueden exigir
ciertos requisitos y en el que se suponen unos intereses comunes de los socios.
Ha de ser algo más que mensajitos de WhatsApp, a veces ni siquiera eso,
indolencia, silencio, ha de ser algo más que gente asociadita. La
interpelación por parte de los yayoflautas, a pesar de los pesares (seguramente,
en el debe de los yayoflautas podría ponerse el no haber hecho la divulgación
con un tiempo suficiente) era clara a las asociaciones implicadas, apelando a la
presencia de estas, “dadnos algo de vuestro tiempo”, “al igual que nosotros os
estamos dedicando”, habían reclamado, como si de un mensaje bíblico se tratase,
es decir, requerían nuestra presencia física, ¡no virtual, que se habían
desplazado hasta nuestro territorio varios cientos de kilómetros! Lo lógico
hubiese sido una presencia de, al menos, varios soci@s de cada grupo, había que
dar sensación de conjunto, de personas implicadas con una causa, de cohesión, lo
que se supone que es una asociación ¡vamos! Y el conocimiento del perfil de las
personas que nos visitaban a nadie de los “compañer@s” de las asociaciones se le
escapaba, todas y todos sabemos cómo es un o una yayoflauta o iaioflauta,
personas repito, pensionistas, mayores de 80 años muchas de ellas, y tal vez de
más de 90 también, que habían hecho un esfuerzo económico visitándonos, viniendo
desde otros puntos del estado, para darnos un reconocimiento por nuestra labor.
Personas que han demostrado tener más corazón, o huevos u ovarios para ser
claro, que los asociaditos de 30, 40, 50 o 60. Para reflexionar.
Decepcionante, la última de la saga, el asociacionismo.
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