Llega el mes de febrero y a mediados del mismo las llanuras de Ragudo en el término de Viver (provincia de Castellón) se tiñen del color rosado de sus amplias extensiones cultivadas de almendros, transformando el paisaje en una explosión de vida y color que, como un atractivo natural más a sumar, podría muy bien ser explotado turísticamente, compartiéndolo con aquellos que puedan desear conocerlo.
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