Realizamos el programa previsto (ver entrada anterior de este blog) a lo que cabe añadir la sencilla, pero muy sentida ofrenda floral en honor de los defensores de la II República frente al fascismo, personalizados en el Ejército de Levante y la 54 División que combatieron en todo el frente y en Viver, y en recuerdo de todos los fallecidos. Elegimos el Cerro Cruz -el T-1-, lugar emblemático donde se desarrollaron cruentos combates frente al CTV enviado por Mussolini. Allí, en el ciprés que como un alargado 1 convierte la cruz que simboliza el nombre del monte en el T-1, nombre clave de la posición republicana, realizamos la ofrenda floral, con una corona con los colores de la República. Después de la distendida comida en un céntrico bar de Viver, visitamos el antiguo CIBAL (Centro de Interpretación de la Batalla de Levante) y el futuro -aún no inaugurado, también- acompañados por Vicente Ferrer, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Viver. Por último finalizamos la jornada con una visita al centro urbano de la vecina Jérica -población también muy afectada por los bombardeos y la destrucción de la guerra- y que sufrió especialmente un duro bombardeo por la aviación fascista, el 18 de julio de 1938, con varias decenas de víctimas entre la población civil que, probablemente procedente de varias localidades cercanas, estaba siendo evacuada, según algunos testigos que lo vivieron.