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Edificio de la antigua Escuela de Ragudo, recientemente restaurado, actualmente es el Local Social de Ragudo.
Foto © Ramón Juan Navarro. 2021.
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Con motivo de la exposición sobre la Escuela de Ragudo y la Escuela Hogar de Viver, enmarcada en el trabajo Cartografies nómades, mobilització del coneixement de les escoles de Masos de Castelló, de los artistas Xelo Bosch y Cyrille Larpenteur, en el 'Espacio Cultural El Convento' de Viver, que se puede visitar hasta el 15 de noviembre del presente año 2022.
La escuela de las Masías de Ragudo, según la memoria oral y me relató quien fue alumno antes de la guerra, existía en el período de la Segunda República, es decir en el período comprendido entre el 14 de abril de 1931 y el 19 de julio de 1938 cuando las tropas del CTV italiano ocuparon Ragudo, un día después de haber sido ordenada su evacuación de personal civil por el mando republicano. Pero la manera con que se solían expresar nuestros mayores que vivieron el período anterior a la Guerra Civil y el posterior, para enmarcar épocas determinadas era: antes de la guerra, o... después de la guerra, por lo tanto, según esta expresión popular, la escuela de Ragudo ya funcionaba antes de la guerra. No sabemos si durante la guerra permaneció en funcionamiento durante el tiempo que el frente estuvo alejado de la zona... o no, es decir, hasta julio de 1938. Tampoco sabemos si existía ya la escuela en el período anterior a la Segunda República, es decir, durante el período de la Dictadura de Primo de Rivera, o incluso antes... o no. Durante el período franquista se reabrió una vez acabada la guerra y permaneció abierta hasta finales de la década de 1960, tal vez llegando a funcionar hasta el curso 1969-1970.
Sus alumnos y alumnas fueron las niñas y los niños de los núcleos urbanos o barrios de Ragudo, es decir: Parrela-Masada del Sordo, el barrio de Sainera, el barrio del Molino y Masadas Blancas.
Uno de los temas de la exposición es el despoblamiento sufrido en muchas zonas rurales, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Del despoblamiento sufrido en Ragudo, puede darnos una idea el dato aportado por mi tío Vicente, mi relator, nacido en el barrio de Masadas Blancas en 1925, quien enumeraba a 40 niños y adolescentes que vivían allí ¡solamente en Masadas Blancas! -aparte de los que vivirían en los otros barrios- quienes asistían a la escuela, situada en la Masada del Sordo, tras recorrer caminando en grupo por la antigua carretera nacional, todavía poco transitada por vehículos a motor en los años de la década de 1930, el trayecto descendente, unos dos kilómetros, que separa Masadas Blancas de la Masada del Sordo, trayecto que, naturalmente, a la vuelta se convertía en ascendente. Desde hace 41 años no vive ningún niño en Masadas Blancas.
Un servidor (nacido en 1970) y mi hermana (nacida en 1964) fuimos los últimos niños que vivimos en Masadas Blancas, hasta finales del año 1980. Ni mi hermana ni yo asistimos a la Escuela de Ragudo, sino a la 'Escuela Hogar' de Viver, mi hermana a partir de 1970 y yo a partir de 1976. Como la edad de escolarización, obligatoria ya entonces, era el año en que se cumplían los 6 años y mi hermana los cumplía en 1970, quiere decir que el curso 1970-1971 la escuela de Ragudo estaba cerrada ya.
Después de 1970, año en el que nací, todavía conocí viviendo en Masadas Blancas a 7 niños o jóvenes más, vecinos nuestros que, con mi hermana y conmigo, hacíamos un total de 9. Mi hermana y yo fuimos los últimos niños o adolescentes que vivimos en Masadas Blancas, las otras dos familias, con 4 y 3 descendientes respectivamente (dos chicos y dos chicas una familia y 3 chicas la otra familia) se habían ido marchando años antes que nosotros, a lo largo de la década de 1970.
Los motivos del despoblamiento y la emigración de Ragudo habría que buscarlos en la tendencia de la época, los años 60-70, con la inmigración a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, por la industrialización que se comenzaba a producir en los grandes centros urbanos, una búsqueda de más comodidades y mejores servicios. El cierre de escuelas rurales fue un factor más, muy importante, que influyó en la toma de decisiones en las parejas jóvenes para planear su vida en otros lugares. También el cierre de la Vía Minera de Ojos Negros el año 1972 inició una tendencia de pérdida de puestos de trabajo.
La construcción de la Autovía Mudéjar, salvando el puerto montañoso de Ragudo, evitando las viejas Cuestas de Ragudo, en 1981, marcó un cambio de tendencia definitivo en lo que había sido el modo de vivir en la comarca desde comienzos del siglo XX, con necesidad importante de abundante mano obra en el ferrocarril (personal de vías y obras, guardafrenos, guardabarreras, guarda agujas, revisores, jefes de estación, factores...) y también en las viejas carreteras (peones camineros con sus viviendas, distribuidos a lo largo de las carreteras y encargados de las reparaciones de estas, posadas, restaurantes de carretera...) para dar paso a las comunicaciones modernas, tecnificadas y con una menor necesidad de mano de obra y la marginación del ferrocarril en contraposición al transporte y comunicaciones por carretera.
Posteriormente también las mejoras técnicas en Renfe, que conllevó una menor necesidad de mano de obra, hizo disminuir las oportunidades de empleo. Los avances técnicos además de ocasionar pérdida de mano de obra, no llevaron aparejados mejores servicios y la estación de Masadas Blancas dejó de dar servicio como apeadero en la década de 1990, a la vez que la línea Valencia-Sagunto-Teruel-Zaragoza fue quedando marginada en su uso, lo cual llevó a su precarización con un mantenimiento deficiente.
En cuanto al sector primario: agricultura y ganadería, en mi vida he visto reducirse los rebaños de ovejas y cabras de ocho a dos en Ragudo. La agricultura, antaño de secano en su mayor parte, a excepción del riego aportado por la fuente de Ragudo y la de los Ruejos, cuya acequia, la de esta última fuente, está hoy en día en su mayor parte perdida y abandonada, ha evolucionado y se le ha aplicado el riego por goteo en grandes extensiones, manteniéndose de forma importante los cultivos de almendros y los olivos, pero... salvo casos puntuales, los trabajadores del sector han fijado su residencia en las localidades vecinas, siendo en un alto porcentaje la dedicación a este sector, secundaria como segunda o tercera ocupación.
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